A estas alturas, si recopilamos todo lo que hemos hecho gracias a Docker en los 14 artículos que llevamos realizados, aún podemos hacer un listado interesante: Plex, Pi-hole, aMule, Nginx Proxy Manager, Nextcloud… y unas cuantas aplicaciones más que no pongo por no aburrir al personal.

Ahora vamos a instalar algo que seguro que nos será muy útil en nuestro día a día. Vamos a instalar Vaultwarden, que es un gestor de contraseñas en nube que…

¡PARA! ¡Que te he pillao! Nos quieres duplicar un artículo. Eso ya lo explicaste en este enlace. No nos vengas a reexplicar lo ya explicado. 

No Usuario Anónimo. Soy consciente de que la instalación de VaultWarden se explicó muy ampliamente en ese artículo que nos dices, pero en esta serie de tutoriales estamos viendo cómo instalar todo sobre Docker Compose y en esa instalación usamos en su momento Docker CLI (os recuerdo que las diferencias entre ambos las vimos en este otro artículo).

Así que en este artículo no vamos a explicar cómo se usa VaultWarden ni las ventajas de usar un gestor de contraseñas. Para todo eso os remito a ese mismo artículo. Aquí lo que vamos a explicar es cómo instalarlo mediante Docker Compose, pero sobre todo me interesa que sepáis convertir un Docker CLI en un Docker Compose, y por eso nos viene de perlas ese mismo artículo. Quiero que cuando terminéis de leer el artículo no os dé miedo tener que convertir cualquier Docker CLI que hayáis visto en internet en un Docker Compose.

Recordad que Docker Cli (Command Line Interface) es la herramienta más básica que existe para interactuar con Docker, pero sólo puede ejecutar un contenedor a la vez.

Docker Compose sin embargo nos permite definir y ejecutar aplicaciones que usan múltiples contenedores (los gestionamos todos a la vez mediante un único archivo de configuración que estamos llamando siempre docker-compose.yml).

Y… ¡Qué caray! Estamos haciendo todo en Docker Compose y hemos conseguido tener todos los dockers super ordenados. No vamos a dejar un contenedor descolgado usando Docker CLI ¿Verdad?

Veamos cómo podemos afrontar la conversión.

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