Disponer de un medio de almacenamiento en la red puede proporcionarnos en la actualidad multitud de ventajas. Por un lado podemos usarlo para hacer copias de seguridad de nuestros datos, y así, si se estropea nuestro equipo, poder recuperar los datos sin problema. Por otro lado resulta también muy útil a la hora de pasar datos entre varios ordenadores. Simplemente se suben los datos “a la nube” y luego desde el otro equipo se recuperan, aunque ambos equipos se encuentren en sitios muy distantes.
Hay varias empresas que nos ofrecen servicios similares (Tal vez el más famoso sea el “idisk” de apple), pero entre todas destacaría un programa que nos ofrece este servicio completamente gratis (almacenamiento hasta 2 gigas), que se llama DROPBOX.
DropBox es un programa muy simple, y para mi, su principal ventaja es que es multiplataforma (tiene versiones para Windows, Mac OS y Linux). Para usarlo nos vamos a su página oficial, nos registramos y descargamos el programa. Al instalarlo, el programa nos pedirá los datos que hemos usado en el registro. Una vez que lo tenemos instalado, el programa nos crea una carpeta dentro de nuestra carpeta de usuario en la que podemos pasar cualquier tipo de archivo, de cualquier tamaño hasta dos gigas. En el momento en que copiamos el archivo, éste se almacena en el disco duro, pero a la vez dropbox se encarga de subir poco a poco el archivo a sus servidores. Y por supuesto esto también se aplica a árboles de directorios enteros y a grupos de archivos. Si borramos el archivo de ese directorio, quedará también borrado de la nube. Destacar que ese archivo NUNCA se almacena únicamente en Internet, sinó que lo tenemos simultáneamente en nuestro equipo (ocupándonos espacio en el disco duro) y en Internet, de tal forma que si en algún momento estamos desconectados, podemos trabajar sobre el archivo sin ningún problema.
Tal y cómo está planteado este sistema, nada nos impide instalar el mismo programa en otro equipo completamente diferente (aunque tenga otro sistema operativo) y al instalarlo darle los mismos datos de registro que el equipo dónde lo hemos instalado inicialmente. De esta forma, nada más instalarlo, se empezarán a descargar todos los datos que hayamos puesto en el directorio y poco a poco los iremos recuperando sin tener que mover un dedo. Esto puede resultar muy útil para grupos de trabajo que tienen que compartir una determinada carpeta con archivos, sobre todo cuando algunos equipos de ese grupo de trabajo son portátiles y no se pueden conectar habitualmente a la red local.
El programa de forma gratuíta nos proporciona dos gigabytes de espacio de almacenamiento, pero si necesitamos más espacio nos da la oportunidad de pagar por él, siendo el precio inferior a servicios similares de otras empresas (por ejemplo el servicio de idisk de apple).
En todo caso, para mi, resulta una funcionalidad muy útil a nivel particular y casi imprescindible para cualquier pequeña empresa que use equipos portátiles.