Es normal que cualquier sistema operativo tenga unos requerimientos mínimos para poder instalarse en un ordenador. Por poner un ejemplo muy extremo, no deberíamos instalar la última versión de Windows en un ordenador fabricado en el año 2000, y ya no digo porque sea o no sea posible instalarlo, sinó porque aunque lo consiguiéramos, el equipo iría extremadamente lento debido a que Windows 10 está diseñado para funcionar en un hardware mucho más potente que el que disfrutaban los equipos de esa época.
Sin embargo podríamos decir que el caso de Apple es muy especial en este sentido. En los últimos años Apple ha introducido determinadas tecnologías en su software que han hecho que no fuera posible instalar las últimas versiones de su sistema operativo en ordenadores que aparentemente rinden de forma correcta en versiones anteriores de Mac OS.
Y sí… algunas de estas tecnologías no es posible usarlas en Macs antiguos porque su hardware no es capaz de soportarlas, pero sin embargo los últimos sistemas operativos de Apple (como Catalina) muchas veces son capaces de funcionar a una velocidad más que razonable en esos mismos equipos (aunque esas funcionalidades concretas no puedan usarse).
Espera... ¿Acabas de decir que no se puede instalar Catalina en Macs viejos y ahora me dices que Catalina puede funcionar en esos equipos de forma fluída? ¿En qué quedamos?
No es ninguna contradicción. Las tecnologías que implementa Apple en sus sistemas operativos nuevos no suelen ser fundamentales a la hora de arrancar el sistema en equipos antiguos (Son funcionalidades nuevas, pero no son tan críticas como para que el sistema operativo al completo no funcione con un parche a medida). La buena noticia es que hay dos formas de luchar contra esta obsolescencia programada y darle una nueva vida a nuestro Mac. Una es “pasar” de Mac OS e instalar un sistema operativo diferente y actualizado, como alguna distribución de GNU-Linux o incluso instalar Windows 10 en ese equipo siguiendo este tutorial, y la otra es realizar la instalación del último sistema operativo de Apple con herramientas que la comunidad de usuarios ha puesto de forma desinteresada a disposición de todo el mundo y que permiten parchear el sistema operativo de forma que pueda funcionar correctamente en nuestro equipo.
Mmmmm... instalar un Mac OS parcheado... me suena a que en todo caso va a ser una instalación complicada.
Para nada. En muchos casos es tan «complicado» como era instalar una nueva versión del sistema operativo antes de que los distribuyeran en la Apple Store. Además voy a explicar todo el proceso de forma tan sumamente detallada que va a ser imposible perderse. Básicamente debemos hacer lo siguiente:
- Si queremos conservar los datos y programas de nuestro equipo, antes de empezar debemos crear una copia de seguridad de nuestro Mac con Time Machine.
- Descargamos el programa que nos permite la instalación.
- Descargamos el sistema operativo de apple.
- Creamos un USB parcheado para realizar la instalación
- Instalamos el sistema operativo desde ese USB junto con los parches en nuestro equipo.
- Restauramos la copia de Time Machine en nuestro Mac.
Como habéis visto en el punto 4, vamos a necesitar un Pen Drive y debe ser de al menos 16 GB de capacidad. En él pondremos el instalador del sistema operativo. Si optamos por conservar todos los archivos y programas de nuestro mac, debemos también tener un disco duro externo para poder realizar la copia en Time Machine.
En este artículo vamos a mostrar un caso particular: cómo realizar la instalación de Mac OS Catalina (10.15) en un Mac en el que apple no permite instalar este sistema operativo de forma oficial. Pero en todo caso la instalación es muy similar para cualquier otra versión de Mac OS y el mismo desarrollador que ha hecho realidad este proyecto, en su momento ya nos posibilitó instalar sistemas operativos anteriores en equipos no soportados. Aquí os dejo los vínculos para instalar Sierra, High Sierra y Mojave en equipos que incialmente no los soportaban.
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